Varios países de Europa han reportado casos de infección por Salmonella Senftenberg ST14 posiblemente vinculados al tomate cherry. Los casos se distribuyen ampliamente, desde Austria hasta el Reino Unido, e incluso involucran a Estados Unidos. Esta situación ha generado preocupación por la seguridad alimentaria y la salud pública.

Desde agosto de 2022 hasta julio de 2023, hasta 13 países reportaron 92 casos de infección por Salmonella Senftenberg ST14. El evento se notificó por primera vez en Francia y el caso más reciente apareció en Suecia. El 69.6 % de los pacientes fueron mujeres y un caso resultó en la muerte del paciente. La mayoría de los casos se reportaron entre octubre de 2022 y marzo de 2023.

Los países afectados se concentran principalmente en Europa, pero también incluyen a Estados Unidos. En Francia, Alemania y Austria, el alimento más común asociado con la infección son los tomates cherry.

Actualmente, la sospecha de que los tomates cherry actúan como vehículo de infección se centra principalmente en Francia y Austria. Estos tomates podrían provenir de mayoristas en Alemania, Países Bajos y Espa?a, así como de productores en Países Bajos, Espa?a y Marruecos.

Dado que no existe evidencia microbiológica concluyente, por ahora no se puede determinar la fuente de infección específica. Sin embargo, con base en la similitud genética de las cepas de la epidemia humana, es probable que estos casos compartan una fuente de infección alimentaria común.

Desde diciembre de 2022, el riesgo de nuevas infecciones se ha reducido a un nivel bajo. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) alienta a las autoridades de salud pública de los países a seguir colaborando con los organismos de seguridad alimentaria para confirmar la fuente de infección.

Esta serie de brotes de infección por Salmonella enterica serotipo Senftenberg ST14 pone de relieve la importancia de la seguridad alimentaria y la salud pública, especialmente en un momento en que las cadenas de suministro globales se vuelven cada vez más complejas. Todas las partes, incluidas las autoridades de salud pública, los organismos de seguridad alimentaria y los consumidores, deben adoptar un enfoque más cauteloso y científico para enfrentar este desafío.