El CBAM es conocido en el mercado como el “impuesto al carbono”, aunque, estrictamente hablando, no se trata de un arancel; sin embargo, se puede utilizar este concepto para comprender y debatir sobre el CBAM. ?Cómo deberían verlo las empresas exportadoras chinas y qué acciones de bajo carbono deben ajustar para enfrentar este desafío?

El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo aprobaron la ley CBAM el 18 de abril y el 25 de abril de 2023, respectivamente, con el objetivo de ayudar a la UE a alcanzar sus objetivos climáticos para 2030 y prevenir el fenómeno de la fuga de carbono. CBAM es una de las legislaciones clave del paquete ?Fit for 55?.

La lógica central del CBAM consiste en determinar la cantidad de certificados CBAM que deben pagarse con base en las emisiones de carbono incorporadas de los productos importados. Cada tonelada de emisiones de carbono incorporadas corresponde a un certificado CBAM. El precio de los certificados CBAM lo calcula la Comisión Europea a partir del precio promedio en la plataforma de subastas de derechos de emisión de carbono.

El monto total que la empresa debe pagar por CBAM puede calcularse mediante la siguiente fórmula: monto total que la empresa debe pagar por CBAM = emisiones de carbono implícitas (toneladas) × precio de los certificados CBAM. Sin embargo, la empresa también puede ajustar este monto en función del costo del carbono ya pagado y de las asignaciones gratuitas de carbono de la UE, con el fin de reducir el total a pagar por CBAM.

El CBAM y políticas similares de otros países indican que los aranceles al carbono podrían convertirse en un factor importante que afecte el comercio internacional en el futuro. Si las empresas exportadoras chinas no adoptan medidas de respuesta, podrían enfrentar riesgos de aumento de costos y pérdida de competitividad. Sin embargo, el CBAM y la Ley CCA brindan a las empresas exportadoras chinas un período de gracia que les permite comprender y adaptarse a los cambios futuros en el mercado internacional del carbono y en el comercio.

Las empresas exportadoras chinas deben comprender a fondo el sistema y la lógica de cálculo del CBAM y adoptar acciones bajas en carbono correspondientes para reducir las emisiones de carbono y enfrentar futuras políticas de aranceles al carbono que puedan implementarse. Las empresas pueden reducir los costos del CBAM mediante la deducción de cuotas de carbono y los costos de carbono ya pagados, y buscar formas reconocidas por la UE para demostrar el pago de dichos costos, con el fin de disminuir el monto total del CBAM. Comprender y responder al CBAM brindará a las empresas exportadoras chinas una oportunidad importante para mantener su ventaja competitiva en el comercio internacional futuro.